Exxonmobil comparó algunas muestras tomadas de las aplicaciones de rociado con arco térmico.

Muestra de rociado con llama (tomada por Bob Kay/ BRCP)

El sustrato tiene un perfil insuficiente para una buena adhesión. La primera pasada de la flama con aluminio formo un deposito de carbono y este se ejecuto sobre el enfriado, luego se hizo otro deposito encima de este en una segunda pasada. Gran punto débil en un proceso de recubrimiento.

Muestra de rociado con arco térmico tomada de la aplicación con un equipo estándar (tomada por Bob Kay/ BRCP)

Esta aplicación presenta algo de porosidad, lo cual produce un enlace muy débil con el sustrato. Esto ocurre debido a que la temperatura del rociado con arco no alcanzo los niveles óptimos y la fusión de la aleación queda incompleta o no alcanza a ocurrir.

Muestra de rociado con arco térmico tomada de la aplicación con un la máquina Red Devil 888 de IMC (tomada por Bob Webber/ BTCP)

El proceso de rociado con arco térmico de IMC tiene una mejor unión. Con este se logró penetrar los dientes de anclaje para una mejor adhesión. Las salpicaduras de la aleación fundida se han esparcido a una gran velocidad, ángulo apropiado y altas temperaturas garantizando una capa de 3 a 4 milímetros de espesor en una sola pasada.


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